Son of Rambow es una de esas películas “mágicas” donde la aparente simplicidad de la trama no se transforma en desventaja, mas bien, resulta como un catalizador de sensaciones agradables. La simplicidad de este tipo de película es la que muchas veces nos permite olvidarnos de explosiones o efectos especiales, y poder de tal forma meternos en la piel y corazón de los personajes. Así, inmersos en la esencia de la película, vamos siendo influenciados por una cierta magia hipnótica. Para poner algún ejemplo, esta película posee la misma magia y simpleza de otras obras como “Billy Elliot”, “Little Miss Sunshine” o, incluso, “Los Años Maravillosos” (TV).
La historia se desarrolla en un pueblito ingles a principios de los 80s. Este aire ochentero le da un buen toque a la película. Se vienen muchos recuerdos al ver los bailes, vestimenta, modas, y hasta la comida chatarra de la época.
La película se centra alrededor del nacimiento de una improbable amistad entre niños que, en teoría, son totalmente diferentes. Will Proudfoot es un niño inocente, de buen corazón, estudioso y practicante de una religión altamente conservadora (Plymouth Brethren). Lee Carter es, en cambio, un niño travieso, mal estudiante y cuyas travesuras lo meten constantemente en problemas. Pero por esas circunstancias de la vida, el destino se encarga de juntar el camino de estos dos niños. Los une, particularmente, su recién adquirida devoción por la película Rambo: First Blood. Dicha película revoluciona la imaginación de estos niños y los embarca en la misión de crear una película casera emulando a dicha película con el propósito de participar en un festival de cine para aficionados. En este proyecto de crear una película casera, vemos el desarrollo de la amistad y el surgimiento de la imaginación infantil a todo nivel. En segundo plano cabe destacar un personaje secundario, Didier Revol, un estudiante francés de intercambio cuya presencia rimbombante es hilarante.
A pesar de ser en teoría una película “de niños”, la película aborda seriamente temas importantes como la religión, el entorno familiar y la importancia de la identidad e independencia personal. Honestamente para ser una película de niños, se pueden ver criticas muy intensas a ciertas situaciones sociales.
Son of Rambow es una celebración a la infancia y a la niñez. Es una película con mucho corazón, la cual es capaz de aportar con gran tino elementos cómicos así como dramáticos. Es una película de sensaciones agradables, capaces de transportarnos a otras épocas del tiempo y de nuestras vidas. Para chicos y grandes. Altamente recomendable.
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