viernes, 25 de septiembre de 2009
Sobre Dolores de Cabeza: Y la Cortesía?
Cuando manejo en alto tráfico, suelo tener la costumbre de “darle la cortesía” a la gente que lo necesita. En otras palabras, suelo cederle el paso a otras personas que conduciendo ponen la vía para cambiar de carril, que vienen de un cruce y desean incorporarse a trafico, etc. En fin, son incontables las ocasiones al día en los cuales los conductores sacan la manito para pedir les den “chance”. Y bueno, siempre trato de ceder el paso, al menos siempre que se pueda. Tal vez por eso me enojo tanto cuando soy yo el necesitado, el que saca la mano y hasta la cabeza para pedir paso y nadie se digna a darme el “chancecito”. Esa falta de cortesía me da dolores de cabeza.
Dicen que a medida que las ciudades van creciendo, sus ciudadanos se vuelven mecanizados y de alguna manera van perdiendo sensibilidades en su vida cotidiana. Tal vez sea esto no se, pero algo sucede porque se está perdiendo la cortesía. Noto con precisión que en las mañanas, en horas picos y a toda hora, la gente no quiere dar la cortesía. Uno hace ademanes pidiendo chance y nada, se hacen los locos. Nada de nada, uno se tiene que ir metiendo “a la brava”. La gente está perdiendo el sentido de amabilidad y cortesía,y más me duele la cabeza…
Pero mucho ojo, que la ausencia de la cortesía se va trasladando a otras situaciones. En los buses se ven ancianas y mujeres embarazadas paradas, mientras jóvenes holgazanes van sentados cómodamente, sin tener idea o intención de ceder su lugar. En los supermercados, veo diario señoras que con las carretas rebalsando, son incapaces de cederle el puesto a la persona de atrás que tiene apenas dos artículos en la mano. Y en los bancos, cuando están topados de gente, uno pide chance para que le guarden puesto en la línea para llenar el papelito de remesa, y la gente se hace la loca, la desentendida.
Según el Larousse que tengo aquí en la casa, la cortesía se define como: “Demostración de respeto y educación, delicadeza.”. Será que como pueblo , los salvadoreños vamos perdiendo el respeto y la educación? Será que se nos va a olvidar lo que es la cortesía? Espero que no, de verdad. Tomemos en cuenta que la identidad de la gente se mide en los pequeños detalles, por ejemplo, en cortesías o descortesías. Y si un pueblo como el nuestro, que ha sido conocido por la calidez de su gente, comienza a perder valores como el respeto y educación al prójimo, nos podemos levantar un día en un país huérfano de identidad. Tomemos nota y la próxima vez, cedamos el paso…..
Etiquetas:
dolores de cabeza
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