Había un muy famoso y recurrente diálogo en el Programa Chespirito entre los personajes de Chaparrón Bonaparte y Lucas Tañeda, el cual de alguna manera ilustra la práctica nuestra de otorgarnos títulos y sentirnos enaltecidos por ellos:
Chaparrón:"¿Oye Lucas? "
Lucas: "Dígame Licenciado."
Chaparrón: "¡Licenciado!"
Lucas: "¡Gracias, muchas gracias!"
Lucas: "Dígame Licenciado."
Chaparrón: "¡Licenciado!"
Lucas: "¡Gracias, muchas gracias!"
Nunca voy a entender esa práctica tan común en nuestros países latinos de llamarnos los unos a los otros por ciertos títulos. Eso de llamarnos Licenciado o Ingeniero, o incluso Bachiller en épocas anteriores, es algo que me parece inadecuado y muchas veces de mal gusto. Y es que no solamente dichos títulos en ocasiones le quitan la personalidad al individuo sino que, en ocasiones, enaltecen sin mayor explicación los méritos de las personas, incluso dándoles rangos que no merecen.
Anteriormente trabajé en una empresa donde perduraban costumbres antiguas, entre ellas la de llamar a la gente por su título. Así, por momentos me dejaba de llamar Rafa y me convertía en "El Licenciado". Y muchos colegas de trabajo también perdían su nombre y , por los mismos convencionalismos de la empresa, me tenía que dirigir a ellos como "Ingeniero", etc. Clientes y proveedores , todos se unían a la practica. Licenciado por aquí, licenciado por allá. Uno realmente llega a dudar si realmente saben el nombre de uno.
Y es que esta práctica es como un circulo vicioso, pues hay quienes exigen se les llame por sus títulos. Tuve algunos maestros en la universidad a quienes les daba "patatús" sino les llamabas doctor. O señoras de setenta años a quienes les daba ataque si les decías "señora", pues como nunca se casaron insisten en ser llamadas "señoritas". O peor aun, tipos que nunca se graduaron pero que imprimen en sus tarjetas de presentación que son licenciados o ingenieros, y exigen ser llamados como tal tanto por clientes como por compañeros de trabajo... Hubo incluso un ex Vice Presidente de El Salvador que mientras estaba en funciones recibía el título de "Ingeniero" cuando todo mundo sabía que nunca se había graduado. Años más tarde si logró graduarse(no se cómo) y resulta que pasó de ser Ingeniero a Licenciado...Que cosas!
Creo que esta práctica de llamar a la persona por un título es obsoleta. No me gusta, sobretodo porque en general como que le da en ocasiones aires de grandeza a alguien sin mayor mérito, y eso no es así. Yo no soy un licenciado. Soy Rafa, simplemente. Y lo seguiré siendo más allá de los pergaminos que puedan aparecer en mi hoja de vida. Soy Rafa , simplemente, y me encanta que la gente me valore por quien soy. Ganarme el estima , cariño o respeto de la gente por la persona que soy y no por lo que diga un título, el cual no dice nada de nadie. El valor de las personas se mide mas allá de títulos y convencionalismos que encasillan. Ojalá aprendamos a valorara a la gente por lo que son, por lo que hacen y representan .
licenciado titulos
Andaba buscando los nombres del chaparròn y lucas, pero me encontrè con tu escrito chacalìsimo.
ResponderEliminarME ENCANTÒ :D
LO FELICITO HERMANO, COMPARTO INTEGRAMENTE SU POSICIÓN. HOY ESTOY EFECTUANDO UN ESTUDIO SOBRE ESE TÉRMINO DE "LICENCIADO" Y BUSCO SU ASOCIACIÓN CON "SILENCIADO" A PESAR DE CONSTITUIRSE Y DIFERENCIARSE POR LA (S)Y LA (C) CONCLUYO QUE EL LICENCIADO QUE LICENCIA TERMINA SILENCIADO POR LA ESENCIA O SEA POR EL PATRON DUEÑOS DE LOS MEDIOS DE PRODUCCIÓN.
ResponderEliminarCiertamente,... Excelente texto el tuyo. Habría que sacarle jugo y dialogar. Me encuentro de paso por aquí,... Seguramente ya no escribes pero, volveré con más calma a tu casa,... Por cierto ¿Tendrás una taza de azúcar que me regales?
ResponderEliminarMuy buen articulo mi Licenciado! Jajaja
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