viernes, 12 de marzo de 2010

Los celulares afectan mi memoria


Por todo lo bueno, por todo lo útil que pueden ser a veces los celulares, debo confesar que, hay algunas cositas de ellos que me sacan de quicio. Malditos celulares!

Noto como el constante uso del celular afecta de alguna manera mi memoria. No es que se me olviden las cosas, no. Es que simplemente este aparato hace que la mente se relaje y deje de trabajar. Con ello me refiero a que en mi infancia, es decir, hace mucho, mucho tiempo, no existían los celulares y las personas trabajábamos un poco mas la memoria. Recuerdo con claridad que de pequeño me sabia de memoria los teléfonos de mi casa, del trabajo de mis padres, de mis tíos, mis amigos, de la escuela y de la amiga de la prima de una tía abuela de mi madre. Era increíble, me podía todos los números.

Luego vinieron los celulares y la cosa fue cambiando. Al principio, llegaron los celulares análogos, los cuales tenían restringida capacidad en su agenda telefónica, por lo cual solamente se podían guardar un puñado de números. Por ello, mi memoria todavía trabajaba, maquinaba. Me sabia de memoria igual los números de amigos, padres, tíos y primos y solamente guardaba los números a los que llamaba ocasionalmente.

Cuando aparecieron los celulares digitales, todo se terminó. Se podían guardar cientos de números. De padres, tíos , familia, amigos y enemigos, todos. Y mi memoria cayó en la comodidad. Asi, cuando me iban dando un número nuevo, no procuraba memorizarlo. Simplemente lo guardaba en la agenda del celular y listo, no había necesidad de memorizar nada. Así, poco a poco, la mente se relaja, deja de memorizar datos pues se acomoda al hecho que ya todo esta almacenado en una agenda. Algo terrible, pero cierto. El humano, la mente, todo se acomoda. Hoy en día solamente me recuerdo de un limitado numero de teléfonos, creo que no pasan de 10. De mis amigos creo que solo me recuerdo de dos números, de mi familia dos también. Es terrible, terrible. Pero es la cruda realidad.

Creo que como esta herramienta hay muchas otras que por todas las facilidades que brindan de alguna manera nos afectan. Hay que ejercitar el cuerpo, la mente. Hay que trabajar la memoria. No hay que dejar que se acomode. Voy a tratar de sacar la memoria de su letargo y comenzar a memorizarme todo lo que pueda, si antes lo hacia, porque ya no voy a poder hacerlo hoy?


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