Fin del Mundo

Y si el mundo terminara mañana, en una semana o en un año, que hiciéramos? Nos convirtiéramos a la religión o nos dedicáramos a una vida de excesos? No es una realidad fácil de asimilar ,principalmente porque el mundo nunca ha llegado a su fin. Pero como todo tiene un fin, nos vemos rodeados siempre de profecías y profetas que anunciando que estamos cerca del final. Creyentes o no creyentes, el fin es algo que a mas de alguno asusta.

Ayer fui a ver la famosa película 2012, la cual plantea la polémica profecía Maya que ha pronosticado "El Fin" del mundo según lo conocemos para el 21 de diciembre de 2012. Las interpretaciones de esta profecía son diversas, desde los mas escépticos que la descartan hasta los fanáticos que aseguran que no hay duda de ella. En fin, la película mas que hablar de profecía se dispone a escenificar la destrucción total del mundo y de todos los seres que viven en el. Ultimamente hemos visto muchas películas de tipo apocalíptico, unas mejores que otras. Y bueno, mas allá de si a uno le pueda gustar o no esta película, 2012, es interesante de alguna manera reflexionar y ver los mensajes que se ven en trasfondo.

Al salir del cine íbamos comentando la película. El papa de mi amigo Amilcar, Don Amilcar, dijo : "Hay que vivir la vida con intensidad". Punto . Así de sencillo y sin atenuantes... Hay que vivir la vida con intensidad.

Concuerdo totalmente con el planteamiento de Don Amilcar. Hay que vivir la vida al máximo, disfrutarla. Siendo mortales, el tiempo es nuestro peor enemigo y por ello hay que sacarle provecho a cada momento en este mundo. Disfrutar de las cosas simples de la vida. Detenernos y apreciar lo que tenemos alrededor, respirar el aire de la mañana, disfrutar de una noche estrellada. No nos guardemos nada, no pospongamos aquello que deseamos hacer. No demoremos las palabras de cariño a los seres queridos. No nos olvidemos de los amigos. No nos tardemos en reconciliar con los que amamos. No dejemos de hacer lo que nos gusta. No le pongamos limites a la sonrisa.

No esperemos a que se termine el mundo para vivir intensa mente.


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