“Y si el mundo fuera así de perfecto?” Eso es algo que me pregunte a mi mismo cuando estaba viendo esta película por primera vez. Mi raciocinio no discutía que estaba ante una obra de ficción o ante situaciones absurdas o irreales, eso no estaba en disputa. Igual, me seguía preguntado, que pasaría si hubiera un mundo así de perfecto...
Ryan Gosling es un joven actor que se ha ido ganando a pulso la fama de ser en estos momentos uno de los mejores actores de su generación. Esta fama le precede gracias a su refinado gusto a la hora de escoger libretos y a su talento a la hora de interpretar los mismos. Así en los últimos años ha aparecido en películas como The Believer, The Notebook, The United States of Leland o Half Nelson, por la cual recibió una nominación al Oscar como mejor actor. Sus películas generalmente no son comerciales, pero generalmente reciben laureles de parte de la crítica. Con Lars and the Real Girl, Gosling se apunta un nuevo éxito crítico.
Gosling encarna en esta película a Lars Lindstrom, un hombre retraído y tímido que encuentra en la soledad un refugio para su introvertida personalidad. Pero la soledad extrema tiene a veces su precio. Así, Lars comienza a sufrir de delirios y su mente le controla para que el piense que está enamorado de Bianca, una de esas muñecas eróticas que se piden por Internet. El resultado es que Lars va cimentando su relación con Bianca y poco a poco va introduciéndola a la gente más cercana a el: su hermano, su cuñada, su psicóloga, sus compañeros de trabajo, feligreses de su iglesia y al final casi todo el pueblo donde vive. Lo curioso y maravilloso del caso es que , fuera de las reacciones iniciales que la gente tiene al conocer a la novia Bianca, Lars es capaz de seguir con su vida cotidiana, fortalecer su relación amorosa e incorporar a Bianca a su comunidad. Fuera de aislarlo, la gente incluye a Bianca y la trata como una más debido al cariño que todos sienten por Lars. “Todos tenemos nuestros problemas, pero Lars es un chico bueno”, dice una de las protagonistas.
Lars nos lleva a un mundo perfecto, donde nadie te juzga .En nuestro mundo, en el mundo real, cualquier persona que diga que su novia es una muñeca inflable seguramente es marginalizado y probablemente encerrado en alguna institución. No es así en el mundo de Lars, donde a pesar de alguna burla o preocupación inicial, la gente va asimilando a Bianca y haciéndola una miembro importante de la comunidad.
Esta película es una comedia insólita, que juega con tus sensaciones , especialmente con las percepciones iniciales. Pero al final las sensaciones son buenas, hay empatia y hasta sentimiento por los personajes. No es una comedia convencional , y eso es precisamente su fuerte ya que te atrapa de una manera inesperada. Resalta además valores y enseñanzas como el amor verdadero, el valor de la amistad, y el espíritu de una comunidad comprometida. Un lugar donde no hay marginados ni vencidos, donde cada quien tiene derecho a ser lo que quiere. Un lugar donde te podes enamorar de una muñeca inflable.
Así que al final de ver esta película habrá que preguntarse de nuevo: “Y si el mundo fuera así de perfecto?”
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